Después de afeitarse el coño, su esposo estimula el clítoris de su esposa

Después de un viaje rutinario al salón, la esposa decidió tomar el asunto en sus propias manos y darse un retoque.Ella se afeitó meticulosamente el coño, dejando su región más tersa tan tersa como el fondo de un bebé.Deseosa de explorar su recién descubierta sensación, convocó a su esposo para que le diera una mano, bastante literalmente.Él obligó, acariciando delicadamente su clítoris recién afeitado.La sensación de hormigueo era desconocida, pero estimulante.Su tacto envió ondas de placer recorriendo su cuerpo, haciéndola gemir en éxtasis.Incapaz de contener su excitación, ella bajó la mano y comenzó a darse placer, sus dedos bailando sobre su piel desnuda.La vista de su retorcimiento del placer solo alimentó su deseo, lo que lo impulsó a aumentar sus esfuerzos.Sus dedos se movían en un movimiento rítmico, golpeando todos los puntos correctos, llevándola al borde del orgasmo.La habitación se llenó con la sinfonía de su placer, un testimonio de su conexión íntima.