Dándome placer a sí mismo con mi atuendo favorito y mi comida

Después de un largo día de trabajo, tenía ansias de algo de comida de confort y placer propio.Me coloqué en mi par favorito de calcetines gruesos, el atuendo perfecto para divertirme en solitario.La vista de mis muslos abultados en esos calcetas ajustadas fue suficiente para ponerme duro al instante.No pude resistir las ganas de disfrutar de algo de amor propio.Con una sonrisa diabólica, alcancé mi postre favorito, una torta de chocolate y comencé a devorarla con un abandono salvaje.Cada mordida alimentó mi lujuria, haciéndome anhelar más.Pronto, estaba perdido en las gargantas del placer, saboreando cada momento.Mi mano se movía rítmicamente entre mis piernas, cada golpe era más intenso que el anterior.El pastel, los calcetas y el sabor de mi propia esencia se entrelazaban en una sensual sinfonía de satisfacción.Mientras daba golpes en mi clímax, me recreé en el éxtasis, mi cuerpo se estremecía de placer.La vista del plato vacío y el estado despejado de mi habitación era el final perfecto para una sesión perfecta.