Mi hermanastro me da un masaje sensual que lleva a sexo oral y eyaculación

Me quedé recostado en el sillón, basking en la perezosa vibra del domingo, cuando mi hermanastro se regocijó.Sus ojos se dibujaron en mis curvas deliciosas, y antes de que lo supiera, estaba encima de mí, sus manos explorando cada centímetro de mi cuerpo.Su tacto fue suave al principio, un masaje calmante que hizo que cada músculo de mi cuerpo se relajara.Pero a medida que sus manos vagaban más abajo, pude sentir la tensión que se acumulaba en él.Estaba duro como una roca, y pude sentir cada centimetro de él contra mi piel.Sus dedos encontraron su camino a mi boca, y lo tomé con ansias, mi lengua bailando sobre su eje duro.La sensación fue abrumadora, y pronto se perdió en las gargantas de la pasión, su caliente leche llenando mi boca.Fue un momento de pura felicidad, un recuerdo que sabía que apreciaría por mucho tiempo.